Por: Leonel Guerrero
En el nuevo terminal terrestre de Manta, donde centenares de personas se encuentran diariamente para coger un destino diferente, se encuentra don Pablo Zambrano, vendiendo las exquisitas tortillas de maíz, de yuca con queso o chicharrón, y panes de almidón. El degustar este tipo de comida hace que las personas vayan felices durante el viaje que emprenden.
La vida es como un extenso banquete, repleto de una variedad de platos y sabores. De esta manera, Zambrano, tiene 23 años vendiendo tortillas, pero hace cuatro años atrás él las vende en las afuera del terminal terrestre. A pesar de la edad, él siempre sale a vender su pequeño negocio, ya que este es el sustento de su familia.
Bajo lluvias y soles Pablo siempre sale a vender su emprendimiento. “Desde que comenzó la dolarización yo me dedico a vender panes de almidón y tortilla. Yo vivía en el campo y como el campo estaba muy pobre me trajo a Manta a realizar este tipo de trabajo”, afirmó Pablo Zambrano, mientras su megáfono anunciaba sus productos y llamaba la atención de quienes estaban cerca.
A él se lo puede encontrar a partir de las 06h00 hasta las 08h00 y desde las 14h00 hasta las 20h00. El precio de estos productos es de $0.25 centavos, para dar facilidad de venta a su clientela.
Cada elección tiene un sabor único y puede influir en el bienestar y satisfacción del cliente. “Este tipo de emprendimiento les permiten sobrevivir a las personas que no cuentan con un trabajo estable. Me parece digno de aplaudir estos trabajos honestos y humilde de nuestra gente mantense”, opinó Michael Cedeño, su rostro expresaba felicidad a lo que degustaba una crujiente tortilla de maíz.