Pese a que el alcalde Gregorio Macías ha lanzada la campaña “por un Santa Ana más limpio” no es tarea fácil, ya que la comunidad no colabora en varios sectores, como lo es el “Paraíso” sigue siendo la barrera más difícil de cruzar.
Moradores del sitio se encuentran descontentos con sus propios vecinos, que día a día dejan la basura en lugar incorrecto, basura que es removida por los perros en horas de la madrugada, “así nunca avanzaremos si la gente no pone de su parte”, susurró un anciano de barba polar mientras observaba la caída del sol.
El chip incrustado de la gente en que estas cosas no son importantes, sin embargo, son realmente preocupante, porque de esta manera se mal educa a las nuevas generaciones, “es que no debería de ser así, me ha tocado ver a jóvenes comerse un helado y la funda la tiran al piso, como si nada pasará”, enfatizó Randu García con profunda preocupación.
Fundas, plástico, comida en descomposición, y el olor putrefacto que se percibe al pasar por el Paraíso es la comida diaria de los moradores del sector. Lamentable y preocupante es la situación que se vive, la educación a los menores es importante y enseñarle buenos hábitos como es cuidar al planeta es importante y una tarea que se debe de comenzar desde casa.