Por Alisson Proaño
En el corazón de la bulliciosa ciudad de Manta, entre las calles acogedoras del barrio La Aurora, se alza la pastelería “Brida”, un rincón culinario donde los sabores se entrelazan como notas en una sinfonía deliciosa. Cada creación es una obra maestra que despierta los sentidos, como si cada bocado fuera una experiencia sensorial única.
En este santuario gastronómico, el éxito de Brida se revela no solo en sus delicias tentadoras, sino también en la fidelidad de sus clientes, quienes regresan una y otra vez, como mariposas atraídas por el néctar dulce de sus creaciones.
‘’ Siempre me levanto a las cinco y media de la mañana, porque desde esa hora ya las personas se forman para adquirir el pan pues, como es muy apetecido siempre se termina y no dejan nada, pero literal, dejan las vitrinas vacías’’, reveló María Moreira, profesora de música, mientras organizaba su cuarto de estudio.
‘’ El mejor pan de Manta, además de ser delicioso es enorme y eso es un plus, por que en otras panaderías no encuentro cosa igual, definitivamente me declaro fan de esta panadería’’, aseveró Nathaly Robles, manicurista, mientras organizaba ingredientes en la cocina para realizar un almuerzo.