Por, Jacinta García Cevallos
En el pintoresco cantón de Paján, de la provincia de Manabí, la noche del 30 de octubre se convirtió en un espectáculo de proporciones épicas este año. Por primera vez en su historia, la comunidad local se unió en una caravana de motos disfrazados, adelantándose a las festividades de Halloween. La combinación de la pasión por las motocicletas con el entusiasmo de la anticipación de Halloween tejieron un evento mágico que dejó a los espectadores maravillados.
La caravana se puso en marcha al caer la noche, cuando docenas de motociclistas adornaron sus vehículos con elaborados disfraces de Halloween. Las calles se llenaron de brujas, monstruos, esqueletos y personajes de películas de terror, todos montando sus motos con un entusiasmo contagioso. Este desfile de creatividad dio lugar a un despliegue visual impresionante que capturó la imaginación de los habitantes de Paján.
Mientras la caravana avanzaba, Juan Pérez, un residente local, afirmó emocionado que, esto le resultaba increíble, ya que nunca había visto algo así en Pajan. “La creatividad y la pasión que estos motociclistas han puesto en sus disfraces es asombrosa. ¡Bravo a todos por hacer que Halloween sea inolvidable!», exclamó Pérez.
No obstante, no todos compartieron la misma emoción. María González, otra residente, aseguró que el ruido constante de los motores fue un inconveniente. “Sé que es una celebración, pero el ruido de las motos es ensordecedor. Tuve que taparme los oídos durante toda la caravana. ¿No podrían haber reducido un poco la velocidad y el ruido?”, cuestionó González con desazón.
La caravana culminó en un grandioso festival de Halloween en el corazón de Pajan, donde motociclistas y habitantes se reunieron para disfrutar de una fiesta con comida y bebidas encantadas. Esta anticipación de Halloween, adelantada al 31 de octubre, se erigió como un lienzo en el que la creatividad y la emoción coexistieron, creando un capítulo memorable en la historia de Pajan.