Por Anthony Alcivar
En el corazón del barrio Santa Martha de la ciudad de Manta, la venta de mandarinas y naranjas ha cobrado protagonismo con la llegada de la temporada de cosecha, donde la mezcla de un aroma fresco y cítrico ha conquistado los sentidos de sus residentes.
Julio Mantilla, vendedor de frutas, ha experimentado un notable aumento en sus ventas gracias a estos cítricos, que se han convertido en las favoritas de la comunidad. «Estas frutas son las protagonistas en esta temporada, las personas acuden a mi puesto para adquirirlas y disfrutar de su sabor incondicional, lo cual me genera un grandioso incremento en mi economía», comentó emocionado el emprendedor.
Betty Alcívar, cliente y residente del barrio, comenta que este periodo de cosecha es una oportunidad inigualable. «Cuando no es temporada de estas frutas, no suelen verse frecuentemente por aquí, lo cual eleva su precio y es difícil de adquirirlas. Estas frutas son fundamentales para mi hogar porque brindan beneficios como la vitamina C, hidratación y mejora en la visión», especificó.
En definitiva, la temporada de mandarinas y naranjas en el barrio Santa Martha ha inyectado nueva vida a la comunidad, al tiempo que ha dividido opiniones entre sus habitantes. Mientras algunos celebran la oportunidad de disfrutar de estas frutas frescas y saludables, otros se preocupan por el posible impacto en los precios y la disponibilidad a lo largo del año.