Por: Nayeli Calvache
Bajo el resplandor de una nueva aurora en el mundo fitness, «Royal Gym» abre sus puertas una vez más. Este renacimiento, que alguna vez fue un sueño acariciado por sus fundadores, Wendy Mero y Enrique Pico, ha cobrado vida como una estrella brillante.
Un gimnasio ubicado en el sector de Cuba no solo radica en su impresionante renovación física, sino en su transformación en un refugio donde los clientes se sienten como en casa. Se ha convertido en un lugar de confianza y comodidad para todos aquellos que buscan un sitio para entrenar.
Wendy Mero y Enrique Pico, como verdaderos artesanos, han esculpido este gimnasio con el mismo amor y cuidado que un escultor pone en su obra maestra. Han demostrado que los sueños pueden florecer cuando se siembran con pasión y dedicación. “Cada esfuerzo trae su recompensa y es un gusto volver a abrir las puertas de nuestro negocio”, enfatizó Wendy Moreira, dueña, mientras organizaba unos documentos.
«Me gusta venir a entrenar aquí porque tiene un ambiente familiar, me hace sentir en confianza y puedo entrenar tranquila, también hay asesores muy amables y no me da vergüenza pedir ayuda», expresó Roxana Moreno, cliente, mientras colocaba con cuidado las pesas en su lugar.