Por, Cobo Lascano Mayely
En el barrio Cuba, un gesto de respeto se manifiesta en los locales comerciales en honor al Día de los Muertos, creando un silencio reverente que envuelve a aquellos que descansan en paz.
Los comerciantes, como flores que adornan las tumbas, se retiran con el atardecer. A las 18h50, la quietud envuelve las calles del barrio. “Ya estamos por cerrar debido al feriado. Nos retiramos para unirnos a la familia en el cementerio San Patricio”, aseguró Juan Carlos Zambrano, empleado de la panadería “Pan de Vida”.
Las calles se llenan de serenidad a medida que los comerciantes cierran sus puertas antes del anochecer, una costumbre inusual, para dirigirse con velas y ofrendas a embellecer las tumbas de sus seres queridos.
María Cedeño Pinargote, dueña de la tienda “2J”, afirmó que normalmente cierran su negocio a las 21h00 pero, hoy cerró antes de las 19h00, para ir al cementerio temprano y regresar pronto a la casa.
El Día de los Muertos se convierte en un momento de profundo respeto y conexión con los seres queridos que han partido. Los comerciantes, como guardianes de sus memorias, honran esta tradición con cariño y devoción.