Por Miguel Zambrano
En el ajetreado y bullicioso barrio “La Victoria” de la parroquia Tarqui, vive una mujer valiente cuya pasión por la cocina se ha convertido en su sustento para alcanzar sus sueños académicos. María Molina una joven estudiante luchadora ha encontrado una manera deliciosa de cubrir los gatos de sus estudios, vendiendo empanadas de queso y pollo a domicilio.
“Por lo general vendo de 25 a 30 empanadas por encargo, dos días a la semana que son los lunes y viernes. Los ingredientes que utilizo son plátano verde, queso y pollo, los cuales sazono a mi manera”, detalló María Molina mientras empacaba sus empanadas para entregárselas a sus clientes.
La empanada es una joya de la gastronomía que desafía fronteras culturales y se convierte en una obra de arte en las manos de María, cada empanada es una manifestación de tradición, una mezcla de sabores y texturas que tejen una historia única. La masa de plátano, rellena de queso o pollo es un lienzo donde se crea una experiencia culinaria que envuelve el corazón y el paladar de sus clientes.
Cristian Castro uno de sus fieles clientes afirmó que las empanadas que prepara María tienen un sabor único y adictivo, además añadió que la apoya comprándole cada vez que puede porque está trabajando inalcanzablemente para cumplir sus sueños académicos.