Por: Gabriela Macías
La guagua es el pan que ensambla a todos los ecuatorianos, para que se sientan orgullosos de su origen y gastronomía, dejando ese sabor dulce en el paladar, con una textura fina y un aroma exquisito.
Este alimento simboliza la unión entre vivos y muertos, consumirlo es una manera de honrar a los seres queridos que ya no están, pero que de una u otra manera están presentes en la mente de cada persona que lo recuerda.
El mejor acompañante para el pan guagua es la colada morada, formando un contraste de colores y degustaciones que no solo deleitan las papilas gustativas, sino el alma.
La forma que tiene es como la de un bebé, adornado con diferentes figuras, colores que llaman la atención desde lejos para que sean consumidos. Pero las familias ecuatorianas disfrutan hacerlo con sus propias manos, evitando esa fatiga de salir a comprarlo y con su creatividad que viaja al pasado lo decoran como si fuesen artistas.
Mónica Marrasquin, madre de familia y amante a este alimento, detalla que este pan guagua mantiene viva sus costumbres y tradiciones, que de tanto hacerlo cada año, ahora puede compartirlo con conocidos y amigos por lo bien elaborado que le queda.
“La decoración se las dejo a mis hijos, ellos disfrutan hacer diferentes figuras a él pan guagua, tanto así que esperan con anhelo estas fechas para poder reunirnos en la cocina y poner manos a la obra, que creo que después de unos años me pongo hasta un negocio”, puntualizó Marrasquin con una sonrisa en su rostro junto a su pequeño hijo.
Michelle Soledispa, aseveró, “consumo este alimento cada año por el día de los Difuntos, tiene un gran significado porque es un acto simbólico para recordar a mis seres queridos que ya no están, es una tradición que se mantiene viva cada vez más por mi familia, el tomar colada morada y acompañarla con este exquisito pan es lo mejor, disfruto hacerlo junto con mi mamá, no dejamos que se muera esta tradición familiar”.