Por: Milena Marcillo Zambrano
En el pintoresco barrio 15 de abril de Manta, se encuentra un talentoso artesano de la madera llamado Mario Cantos, cuyas creaciones hechas a mano han cautivado a familiares y conocidos. Con una habilidad excepcional y una pasión innegable por su oficio, Mario se dedica a crear piezas únicas y personalizadas bajo pedido. Sus obras destacan por su meticulosa atención al detalle que añaden un toque poético a cada una de ellas.
María Cantos, hermana y una de las clientes habituales de Mario, quien elogió la destreza y la sensibilidad artística del artesano. “Cuando le encargué una caja de madera para mi madre, no esperaba que fuera tan especial. Mario logró plasmar la esencia de su personalidad en la talla de la tapa, utilizando figuras visuales que transmitían amor y protección”, resaltó María. Esta experiencia única inspiró a María a recomendar a Mario a otros miembros de la comunidad.
Fausto Cedeño, amigo de la infancia de Mario y docente, quien ha sido testigo de su evolución como artesano a lo largo de los años, describió la capacidad de Mario para crear piezas que cuentan historias. “Cada una de sus esculturas de madera tiene un significado profundo detrás. Utiliza figuras como metonimias y sinestesias para transmitir emociones y despertar la imaginación de quienes las contemplan”.
Mario Cantos es un artesano de la madera excepcional que ha encontrado su pasión en la creación de obras maestras únicas y personalizadas. Su habilidad técnica y su capacidad para utilizar figuras únicas en sus creaciones han cautivado a quienes tienen el privilegio de poseer una pieza suya. A medida que su fama se expande más allá de su círculo íntimo, Mario continúa dejando su huella en la comunidad.