Por Danna Macias
“Charapotó” es una parroquia rural del Ecuador perteneciente al cantón “Sucre” de la provincia de Manabí. Este pueblo se identifica por su tradición ancestral del arte de sobar que cautiva a lugareños y visitantes por igual. La familia Arcadio Mero ha dedicado su vida en arreglar huesos bajo esta técnica única.
El sobar es una práctica de masaje terapéutico transmitida de generación en generación, este es el caso de la familia Arcadio Mero. Los sobaderos de esta familia utilizan técnicas antiguas que dedican a brindar masajes a los asistentes.
Al lugar llegan personas de diferentes partes del país con antecedentes de fracturas, pies torcidos, y columnas desviadas para ser atendidos por el sobador y quiropráctico natural Arcadio Mero, quien utiliza métodos ancestrales sin uso de cirugías. Junior Chávez, habitante del sector comenta que hace años acudió a este sitio debido a que sufrió una fractura en su pierna, tras varias sesiones de masajes y quiropráctica su pierna volvió a su estado natural.
Algunas personas no creen en este método, puesto que suena un poco delirante el hecho de recuperarse después de una fractura o lesión con métodos ancestrales.
“Hace aproximadamente tres meses me fracturé la muñeca por una caída y acudí de inmediato a este lugar, ya que integrantes de mi familia han asistido a este consultorio con resultados maravillosos y mi caso no ha sido la excepción”, indicó María Valverde, visitante del lugar.
“Actualmente mi estado ha mejorado y siempre que tengo la oportunidad de contar mi testimonio recomiendo el lugar”, agregó Valverde.