Por, Gabriela Moreira Muñoz
Cada domingo, adolescentes emocionados portan su atuendo deportivo y se conducen por el camino de la recreación, el fútbol. El centro deportivo, ubicado en la calle Emilio Hidalgo, entre Pichincha y la avenida Carlos Alberto Aray, recibe a jóvenes con algarabía para las actividades.
Padres de los deportistas muestran emoción al ver que sus hijos están siguiendo por el camino que se les ha inculcado desde su niñez.
“Mi intención no era obligar a mi hijo a jugar fútbol, pero sí que tuviera una disciplina por el deporte, y entrenar desde temprana edad, y ver que le gustaba, fue una de mis más grandes satisfacciones. Y hasta la actualidad le encanta, de hecho, sueña con llegar a las grandes ligas. Para un hombre es un sueño hecho realidad que su hijo se involucre en el deporte que tanto nos gusta”, admitió Henry Muñoz, sentado en las gradas de madera algo dañadas de la cancha, viendo con detenimiento los movimientos realizados por su hijo y desde ahí lo estaba alentando, con expresiones como “¡dale hijo, tú puedes!”, “¡eres un campeón!”, “¡estoy orgulloso de ti!”.
Actualmente, niños desde los 3 años se pueden presenciar, aprendiendo en escuelas de fútbol. Padres, aseguran que este deporte además de promover la actividad física, es una herramienta que inculca muchos valores en su etapa de crecimiento y desarrollo.